Fibromialgia: Síntomas, diagnóstico, tratamientos e investigación
Spanish Language Edition, 2001
Fibromialgia: Síntomas, diagnóstico, tratamientos e investigación
National Fibromyalgia Partnership, Inc. (NFP)
* * * * *
© Copyright 2001, National Fibromyalgia Partnership, Inc. (NFP),
antes conocida como the Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc.,
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intenta promover ningún programa de tratamiento. Para protegerse a si misma, siempre consulte con su médico antes
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de iniciar cualquier tratamiento nuevo.
¿Qué es el síndrome de fibromialgia?
La fibromialgia (conocido por las siglas «FM») es una condición crónica y compleja que causa
dolores generalizados y un agotamiento profundo, y también una variedad de otros síntomas.
Como lo sugiere su nombre, la fibromialgia principalmente afecta los tejidos blandos del cuerpo.
El nombre de fibromialgia se deriva de «fibro», o tejidos fibrosos (tales como tendones y
ligamentos), «mios», o músculos, y «algia», que significa dolor. Aunque se llamó fibrositosis por
muchos años, ahora el nombre preferido es fibromialgia. A diferencia de la artritis, la
fibromialgia no ocasiona dolor o hinchazón de las articulaciones; más bien, produce dolor en los
tejidos blandos alrededor de las articulaciones y en todo el cuerpo. Puesto que la fibromialgia
produce pocos síntomas que se pueden percibir abiertamente, ha llegado a apodarse como la
«invalidez invisible». Aunque es más común en mujeres adultas, la fibromialgia también puede
afectar a niños, a ancianos y a hombres.
El dolor ocasionado por la fibromialgia por lo general consiste en dolor o ardor generalizados.
Muchas veces, se describe como un dolor de pies a cabeza. Su severidad varía de día en día, y
puede cambiar de lugar, llegando a ser más severo en aquellas partes del cuerpo que se usan más
(es decir, el cuello, los hombros y los pies). En algunas personas, el dolor puede ser lo
suficientemente intenso para interferir con las tareas diarias y ordinarias, mientras que en otras,
sólo les ocasiona un malestar leve. También, el agotamiento producido por la fibromialgia varía
de persona a persona. Va desde una sensación de un ligero cansancio, hasta el agotamiento de
una enfermedad como la gripe. Afortunadamente, la FM no es una condición que incapacite o
que afecte la longevidad.
Aunque no se ha investigado a fondo la frecuencia de la FM en la población estadounidense, los
estimados más conservadores sugieren que entre 4 y 6 millones de personas padecen de la FM.
Otros expertos creen que el número preciso será 10 millones.1 Las mujeres representan cerca del
80% de los pacientes de la FM; la mayoría trabaja, de modo que la FM obviamente contribuye al
estrés relacionado con el empleo y la vida doméstica. La FM también afecta a gente de otros
sectores de la población: a mujeres de cualquier edad, a todas las razas del mundo y hasta a los
hombres.
Los síntomas y síndromes asociados con la FM
Además de dolor y agotamiento, hay una cantidad de síntomas/síndromes generalmente
relacionados con la FM. Igual que el dolor y el agotamiento, la severidad de estos
síntomas/síndromes tiende a acrecentar y disminuir y por eso, la molestia que les ocasionan a los
pacientes varía de acuerdo con la severidad. Típicamente, los pacientes de la FM sufren de uno o
más de los siguientes síntomas típicos:
Anquilosamiento: Además del dolor, la rigidez del cuerpo puede representar un problema
agobiador para las personas con fibromialgia. Esta rigidez puede notarse particularmente
temprano en la mañana, después de permanecer sentado por períodos prolongados o de estar de
pie sin moverse, o por cambios de la temperatura o de la humedad relativa.
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Incremento de dolores de cabeza o de la cara: El dolor de cabeza/en la cara frecuentemente
resulta de músculos del cuello o de los hombros extremadamente anquilosados o sensibles,
transmitiendo el dolor hacia arriba. También puede acompañar una disfunción de la articulación
temporomandibular (conocida por las siglas en inglés "TMJ"), una condición que afecta a
aproximadamente una tercera parte de los pacientes con fibromialgia, que afecta las
articulaciones de las mandíbulas y los músculos correspondientes.
Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, los pacientes que sufren de la FM
pueden despertarse y sentirse todavía cansados, como si hubieran dormido apenas. Por otra parte,
pueden experimentar dificultades al tratar de dormirse o en mantenerse dormidos. Se desconocen
las razones por las que la fibromialgia causa que el sueño no sea reparador y otras dificultades
del sueño. Sin embargo, las primeras investigaciones que se hicieron en laboratorios de sueño
sobre la FM documentaron interrupciones en la etapa más profunda del sueño (la etapa delta) de
algunos pacientes con fibromialgia.
Trastornos cognoscitivos: Las personas que tienen fibromialgia informan sobre una variedad de
síntomas cognoscitivos que tienden a cambiar de día en día. Estos incluyen dificultad para
concentrarse, "lentitud mental", "fibro-neblina", lapsos de memoria, dificultad para recordar
palabras/nombres y un sentirse fácilmente abrumada al enfrentarse con varias cosas que hacer a
la vez.
Malestar abdominal: Muchas personas con la FM experimentan trastornos digestivos, dolores
abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea. Estos síntomas se conocen colectivamente
como el "síndrome del colón irritable" o por las siglas en inglés IBS ("irritable bowel
syndrome"). Además, algunos pacientes tienen dificultad para pasar alimentos, lo que según la
investigación es un resultado de anormalidades objetivas en el músculo liso que funciona en el
esófago.2
Problemas genitourinarios: Es posible que los pacientes con la FM se quejen de un aumento en
la frecuencia o de mayor urgencia para orinar, típicamente, sin una infección de la vejiga.
Algunos pacientes pueden presentar una condición más crónica que es la inflamación dolorosa
de la pared de la vejiga, lo cual se conoce como “cistitis intersticial” (CI). En las mujeres, la FM
puede ocasionar que los períodos menstruales sean más dolorosos o que los síntomas de la FM se
vuelvan peores durante ese tiempo. En las mujeres, también pueden presentarse otras
condiciones, tales como la vestibulitis vulvar o vulvodinia, caracterizadas por dolores en la
región de la vulva y por dolores durante el coito.
Parestesia: A veces, el SMF se asocia con un entumecimiento u hormigueo (por ejemplo, en las
manos o los pies). También conocida como parestesia, la sensación se puede describir como
picazón o ardor.
Puntos miofasciales hipersensibles: Un número significativo de pacientes con la FM tienen una
condición neuromuscular conocida como el "síndrome del dolor miofascial" (MPS, siglas en
inglés) en el que se forman unos puntos extremadamente dolorosos (puntos hipersensibles)
distribuidas en bandas encogidas en los músculos u otros tejidos conectivos, muchas veces a
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consecuencia de una herida resultando de movimientos repetitivos, postura incorrecta durante
períodos largos o enfermedad. No son solamente muy dolorosos sino que transmiten el dolor a
otras partes del cuerpo en maneras fáciles de predecir. A diferencia de las maneras en que la FM
afecta todo el cuerpo, el síndrome del dolor miofascial es una condición localizada en áreas muy
específicas, típicamente en el cuello, los hombros o en la cintura. El TMJ se considera una forma
de este síndrome.
Síntomas del tórax: Los que tienen la fibromialgia y participan en actividades que les obligan a
inclinarse hacia adelante (p. ej., escribir a máquina o sentarse a un escritorio, trabajar en una
línea de producción, etc.) muchas veces tienen problemas particulares con dolores del pecho o
las partes superiores del cuerpo, o sea dolores y disfunciones torácicos.3 A menudo, estos dolores
van acompañados de jadeos y problemas de postura. Algunos pacientes pueden también
presentar una condición llamada “costocondralgia” (también conocida como costocondritis), que
es un dolor muscular en donde las costillas se unen al esternón. A veces esto se confunde con
una enfermedad cardíaca. Las personas que tienen la FM son susceptibles a una condición
cardíaca generalmente asintomática llamada prolapso de la válvula mitral (PVM) en la cual una
de las válvulas del corazón se hincha durante un latido, causando un chasquido o soplo. Por lo
general, un PVM no es motivo de preocupación en los pacientes con la FM a menos que haya
otra condición cardíaca. (Nota: Cualquier persona que experimente dolor torácico, deberá
consultar siempre a un médico inmediatamente.)
Desequilibrio: Los pacientes con la FM pueden experimentar problemas de desequilibrio por una
variedad de razones. Ya que se cree que la fibromialgia afecta los músculos esqueléticos de
seguimiento de los ojos, pueden experimentarse náuseas o “confusión visual” al conducir un
carro, al leer un libro o ya sea al seguir objetos con la vista. (Las dificultades con los músculos
lisos del ojo también pueden ocasionar otros problemas de foco.)4 Puede ser también que el
tener músculos débiles, o puntos hipersensibles en el cuello o una disfunción de TMJ pueden
producir desequilibrio. Los investigadores del Johns Hopkins Medical Center también han
demostrado que algunos pacientes con la FM tienen una condición conocida como “hipotensión
de origen neurológico” lo que causa, al ponerse de pie, un bajón en la presión arterial y en la
frecuencia cardíaca, produciendo mareos, náuseas y dificultad para pensar con claridad.5
Sensaciones en las piernas: A veces, algunos pacientes de la FM presentan un trastorno
neurológico conocido como el “síndrome de las piernas inquietas” (“restless leg syndrome,
siglas en inglés, RLS). Esta condición es caracterizada por un impulso incontrolable de mover las
piernas, sobre todo cuando se está descansando o reposando. Un estudio reciente reveló que tal
vez el 31% de los pacientes con la FM tenga el RLS.6 El síndrome también puede ocasionar
movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño (“periodic limb movement
syndrome”, o PLMS, siglas en inglés), lo que puede ser muy molesto al paciente y a su pareja.
Hipersensibilidad sensorial/síntomas alérgicos: La hipersensibilidad a luz, a sonidos, toques y
olores ocurre frecuentemente con los pacientes con la FM y se cree que resulta de una
hipervigilancia del sistema nervioso. Además algunas personas con la FM pueden tener
escalofríos o frío mientras que otros cerca se sienten a gusto; o puede que tengan calor mientras
que otros no. Pueden tener reacciones parecidas a las alérgicas a una variedad de sustancias
acompañadas de la comezón o el sarpullido, o los pacientes tal vez experimenten una forma de
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5
rinitis no alérgica caracterizada por la constipación o excreciones de la nariz y dolor en los senos
nasales, pero sin las reacciones inmunológicas que se dan en las condiciones alérgicas. Sin
embargo, cuando se presentan tales síntomas, por lo general no se nota ninguna respuesta del
sistema inmune como la que se puede medir en las reacciones verdaderamente alérgicas. 7
Problemas de la piel: Síntomas molestos, como prurito, resequedad o manchas, pueden
acompañar la FM. Los pacientes con fibromialgia también pueden experimentar una sensación
de hinchazón, particularmente en las extremidades, como en los dedos. Una queja común es que
el anillo ya no le cabe. Sin embargo, este tipo de hinchazón no es equivalente a la inflamación
asociada con la artritis; más bien, es una anomalía localizada de la fibromialgia cuya causa es
desconocida actualmente.
Depresión y ansiedad: Aunque con frecuencia, los pacientes con la FM son diagnosticados
incorrectamente con trastornos de depresión o ansiedad, (“estás imaginándolo todo”), la
investigación ha mostrado repetidas veces que la fibromialgia no es una forma de depresión ni de
hipocondría. Sin embargo, siempre que la depresión o la ansiedad ocurran con la fibromialgia, es
importante su tratamiento ya que estas condiciones pueden exacerbar la FM e interferir con el
manejo exitoso de los síntomas.
Diagnosis de la fibromialgia
Pese a que se ha admitido la existencia de la fibromialgia desde hace ya muchos años, aunque
bajo varios nombres, hasta recientemente no había habido ningunos criterios oficiales de
diagnosis reconocidos por alguna institución médica importante. Aún hoy en día, no hay análisis
de rutina en los laboratorios, ni rayos X para diagnosticar la FM.
El diagnóstico se hace valiéndose de los siguientes criterios oficiales desarrollados para la FM
por el American College of Rheumatology (Colegio Americano de Reumatología; ACR) en
1990: 8
(1) Dolor crónico, generalizado, musculoesquelético por más de tres meses en cada uno de los
cuatro cuadrantes del cuerpo. ("Dolor generalizado" significa dolores arriba y abajo de la cintura
y en ambos lados del cuerpo);
(2) Ausencia de otra enfermedad sistémica que pudiera ser la causa del dolor subyacente (tal
como la artritis reumatoidea, lupus o problemas de la tiroides); y
(3) Múltiples puntos sensibles al dolor (o puntos de extrema sensibilidad) en sitios característicos
(vea la Figura 1). Hay 18 puntos sensibles que los doctores buscan al hacer una diagnosis de
fibromialgia. Conforme a los requisitos del ACR, para que un paciente se pueda considerar con
fibromialgia, debe tener 11 de estos 18 puntos. Se deben aplicar aproximadamente cuatro
kilogramos de presión (o cerca de 9 libras) a un punto sensible, y el paciente debe indicar que los
sitios de los puntos sensibles son dolorosos.
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Figura 1: Puntos Sensibles Tipicos de la Fibromialgia
PUNTOS SENSIBLES ANATÓMICOS ESPECIFICAMENTE RELACIONADOS CON LA FM,
TAL Y COMO LOS DEFINE THE AMERICAN COLLEGE OF RHEUMATOLOGY (ACR) 8
(1,2) Occipucio: bilateral, en los puntos de inserción de los músculos suboccipitales;
(3,4) Cervical inferior: bilateral, en los aspectos anteriores de los espacios intertransversales entre las vértebras
C5-C7;
(5,6) Trapecios: bilateral, en el punto medio del borde superior;
(7,8) Supraespinosos: bilateral, en los puntos de origen, supraescapular cerca del borde medio;
(9,10) Segunda costilla: bilateral, en las segundas articulaciones costocondrales, un poco lateral a las
articulaciones en las superficies superiores;
(11,12) Epicóndilo lateral: bilateral, 2 cm. distal a los epicóndilos;
(13,14) Glúteo: bilateral, en los cuadrantes superiores externos de las nalgas en el pliegue anterior del músculo;
(15,16) Trocánter Mayor: bilateral, posterior a la protuberancia trocantérica; y
(17,18) Rodilla: bilateral, en la almohadilla medial de grasa cerca de la línea de la articulación.
(Frederick Wolfe, M.D., et al, “The American College of Rheumatology 1990 Criteria for the Classification of Fibromyalgia:
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7
Report of a Multicenter Criteria Committee,” Arthritis & Rheumatism, Vol. 33, No. 2, February 1990, pp. 160-172.)
Según sugieren los criterios del ACR, una diagnosis de fibromialgia requiere una evaluación
"real" del paciente por un médico hábil en la diagnosis de fibromialgia. Puesto que los pacientes
no están al tanto del origen anatómico específico del dolor en su cuerpo, no se aconseja el
autodiagnóstico.
Ya que los análisis de laboratorio y de rayos X son frecuentemente normales en los pacientes de
la FM, es imprescindible que un médico recabe un historial médico completo y lleve a cabo un
examen físico para un diagnóstico correcto. Ya que los síntomas de la fibromialgia se asemejan a
los de varias otras enfermedades, es necesario descartar éstas antes de hacer una diagnosis de
fibromialgia. Otras condiciones que se asemejan a la FM incluyen: lupus sistémico, polimialgia
reumática, miositis, polimiositis, enfermedades de la tiroides, síndrome de agotamiento crónico y
otros. Mientras que un diagnóstico de la FM no excluye la posibilidad de que esté presente otra
condición, es necesario asegurar que ningún otra condición se confunda con el síndrome de la
fibromialgia, para poder iniciar el tratamiento adecuado.
Límites de los criterios diagnósticos del ACR
Antes que hubiera análisis de laboratorio o se utilizara rayos X para el diagnóstico de la
fibromialgia, los criterios de diagnóstico del ACR fueron la piedra angular en el reconocimiento
y el estudio del síndrome de la fibromialgia. Por primera vez, los investigadores en todo el
mundo podían identificar a los pacientes de la FM valiéndose de normas uniformes. Por fin,
podían identificarse a los pacientes a quienes antes la ciencia médica no había podido
diagnosticar. No obstante el optimismo, los criterios tenían sus defectos.9
En primer lugar, el paradigma de los puntos sensibles sugería que los pacientes de la FM
únicamente sentían dolores en lugares específicos del cuerpo. Sin embargo, unos estudios
posteriores (tales como los reportados por Granges y Littlejohn en 1993 10) empezaron a sugerir
que los pacientes de la FM son sensibles a estímulos de dolor en cualquier parte del cuerpo y no
únicamente en los puntos anatómicos identificados por el ACR. Hoy en día, se reconoce
comúnmente que el dolor extendido a través del cuerpo es típico de la fibromialgia.
En segundo lugar, pronto llegó a ser obvio que la sensibilidad de un paciente variaba de día en
día y de mes en mes. Como consecuencia, el número de puntos sensibles en un día podía estar
abajo de los l1 requeridos, mientras que en otros días podía ser mayor. Además, los pacientes no
siempre se presentaban con dolores en los cuatro cuadrantes del cuerpo. Algunos sufrían de dolor
unilateral; otros sólo lo sentían en la parte superior o inferior del cuerpo.
En tercer lugar, los exámenes de los puntos sensibles hechos por los médicos también fueron
problemáticos ya que dependen del juicio humano falible. Hechos equivocadamente (en el punto
anatómico incorrecto o no aplicando la presión digital debida), rindieron resultados erróneos.
Desafortunadamente, los puntos sensibles de la fibromialgia a veces fueron confundidos con los
puntos hipersensibles del síndrome del dolor miofascial (MPS). No es infrecuente que se
equivoca en el diagnóstico, confundiendo la FM con el MPS o vice versa.
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8
Se sigue buscando un marcador infalible de laboratorio para el síndrome de la fibromialgia. Los
criterios del ACR, junto con los diagnósticos diferenciales, son todavía las herramientas de
diagnóstico de la FM más usadas.
¿Qué causa la fibromialgia?
Aunque en la actualidad se desconoce la causa del síndrome de la fibromialgia, las
investigaciones ya han revelado mucho acerca de esta enfermedad misteriosa. Por ejemplo,
muchas veces, el síndrome de la fibromialgia se manifiesta después de algún tipo de trauma que
parece estimular su desarrollo. Tal trauma puede afectar el sistema nervioso central, lo que a su
vez produce la condición que conocemos como fibromialgia. En 1997, un equipo de
investigadores encabezado por el investigador israelí, Dan Buskila, M.D., presentó un estudio
sobre la relación entre las lesiones a la columna cervical y el comienzo de la fibromialgia en el
cual se encontró que hay una posibilidad 13 veces mayor de que ocurra la FM después de una
lesión en el cuello que en las extremidades inferiores.11 Nuevas investigaciones llevadas a cabo
por Stuart Donaldson, Ph.D.; Mary Lee Esty, Ph.D.; and Len Ochs, Ph.D., sugiere que en
realidad, la FM puede ser una mialgia del sistema nervioso central ocasionada por un trauma al
cerebro y da lugar a anormalidades en las funciones del cerebro y el sistema nervioso central.12
El origen de todos los casos de la FM no es postramáutico, ya que muchas veces ningún trauma
desencadenante puede identificarse. Por eso, muchos científicos siguen explorando una variedad
de senderos de investigación que tal vez lleguen a explicar las causas de la FM. Hay hay
evidencia de un patron de herencia indicando que se transmite la FM por el lado feminino de una
familia. Hay estudios alentadores en la genética para investigar la relación entre la FM y esta
ciencia. Además, investigaciones actuales por el neurocirujano Michael Rosner, M.D., y otros,
está examinando hasta qué punto los pacientes con la FM sufren de malformación de Chiari y
estenosis de la columna vertebral cervical, siendo las dos condiciones que pueden ser las
responsables de los síntomas experimentados por un segmento de la población de pacientes con
la FM. Hay otros investigadores, sin embargo, que opinan que la fibromialgia es causada por un
microorganismo infeccioso, tal como un virus o micoplasma.14
En un tiempo, los investigadores creían que los músculos de los pacientes con la FM debieran ser
anormales puesto que parecía que de ellos surgían tanto los dolores y las disfunciones. De
hecho, el nombre anterior del FSM, “fibrositis” significaba, literalmente, una “inflamación de los
músculos y tejidos blandos”. No obstante, los estudios posteriores no llegaron a hallar ninguna
inflamación ni herida de los nervios. Los investigadores de hoy en general concuerdan en que la
FM es una condición de origen cerebral y que no es una enfermedad del sistema nervioso
periférico. Cada vez más, han descubierto anormalidades en los niveles de varios neuroquímicos
en el cerebro. Tal vez el estudio mejor conocido es el llevado a cabo por I. Jon Russell, M.D.,
Ph.D., de la University of Texas Health Science Center en San Antonio en que se demonstró que
en el cerebro de los pacientes de la FM la Sustancia P, un neuroquímico del cerebro, existe en
niveles tres veces más altos que en el cerebro de los controles.15 También es interesante es saber
por qué el neurotransmisor serotonina, que modifica la intensidad del dolor percibido por el
cerebro, parece estar presente en niveles deficientes en los pacientes de la FM. Muchos de los
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9
medicamentos empleados hoy en día para tratar la FM funcionan para regular esta deficiencia.
Mientras llega a estar más y más evidente que hay anormalidades significativas en el
procesamiento de la percepción del dolor en el cerebro de los pacientes de la FM, los
investigadores laboran para determinar si el problema se trata de una reacción exagerada a
estímulos normales en la relación del cerebro/cuerpo o si se trata de una respuesta amplificada a
estímulos verdaderamente dolorosos (hiperalgesia).16
Recientemente, se ha dirigido creciente interés al sistema neuroendocrina y al estado anormal de
tales neurotransmisores/neuroquímicos tales como péptido de calcitonina genéticamente
relacionado, noradrenalina, endorfinas, dopamina, histamina y GABA. Se cree además que las
hormonas producidas por las glándulas hipotálamo, pituitario y adrenales son anormales.17 Las
investigaciones de Leslie Crofford, M.D., de la University of Michigan en Ann Arbor sugieren
que la FM es un “síndrome relacionado al estrés” (ya que en muchos casos se manifiesta después
de eventos emocional o físicamente estresantes y también se empeora con ellos) con imbalances
en los sistemas que juegan un papel principal en las respuestas al estrés, el eje hipotalámicopituitario-
adrenal, el sistema nervioso simpatético y, muy probablemente el sistema nervioso
autonómico.18 También apoya la investigación fundamental llevada a cabo por Robert Bennett,
M.D. de la Oregon Health Sciences University, en que se descubrió que el eje de la hormona de
crecimiento es anormal en los pacientes con la FM. Los investigadores mexicanos Carlos Abud-
Mendoza et al., estudiaron un subsegmento de pacientes con la FM que no respondían bien a las
terapias convencionales y hallaron que en realidad padecían de una forma de hipertiroidismo
subclínico que no se había podido diagnosticar clínicamente. Se creía que este hipertiroidismo
derivaba de una disfunción del sistema nervioso central.19
Fibromialgia: Una perspectiva nueva
No hace mucho tiempo, los investigadores médicos consideraban que el síndrome de la
fibromialgia era una entidad médica discreta. Sin embargo, la FM se ve cada vez más como una
condición que comparte mucho con ciertas enfermedades sistémicas junto con otras condiciones
regionales que afectan a órganos específicos. Uno de los primeros en sostener este punto de vista
fue el investigador de la University of Illinois, Muhammad Yunus, M.D., que desarrolló el
concepto del Síndrome de Sensibilidades Centrales (“Central Sensitivity Syndrome", CSS, siglas
en inglés). El CSS es un término genérico para una gama de condiciones relacionadas que tienen
en común ciertas características clínicas y un mecanismo biofisiológico parecido. Además de la
FM, el Dr. Yunus incluye nueve condiciones en la familia de los CSS además de la FM: el
síndrome de la fatiga crónica (“chronic fatigue syndrome”, CFS, siglas en inglés), el del colon
irritable, las jaquecas ocasionadas por el estrés y las migrañas, la dismenorrea primaria, el
trastorno del movimiento periódico de las extremidades, el síndrome de las piernas inquietas, el
síndrome del dolor temporomaxilar y el síndrome del dolor miofascial.
Según el Dr. Yunus, los miembros de la familia de CSS tienen en común ciertas características
sintomáticas (p. ej., dolor, agotamiento, trastornos del sueño, hiperalgesia, carencia de patología
en las estructuras de los tejidos conectivos, etc.); comparten además ciertos rasgos demográficos
(p. ej., ocurre principalmente en mujeres); exhiben disfunciones neurohormonales resultando en
sensibilidades centrales que a su vez causan “dolor amplificado, generalizado y persistente.” 20
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10
Con esta perspectiva nueva, la lista larga de síntomas/síndromes relacionados con la fibromialgia
puede verse en un contexto especial y no como una lista larga de quejas aparentemente
incongruas. Cuando la FM y las condiciones asociadas se ven como una gama de condiciones, se
pueden implementar nuevos y coordinados acercamientos multidisciplinarios para la
investigación y el tratamiento.
Hay todavía una falta de acuerdo entre los investigadores así como entre los pacientes en cuanto
al punto hasta donde se pueda decir que sean similares, o hasta idénticas, las condiciones
sistémicas tales como el síndrome de la fibromialgia, el de la fatiga crónica, el de la Guerra del
Golfo Pérsico y las sensibilidades a múltiples productos químicos. Digno de notarse es que el Dr.
Robert Bennett también señala que mientras no es probable que la mayoría de los pacientes con
la FM desarrollen otras enfermedades de tipo reumatoide o neurológico, no es poco frecuente
que los pacientes que ya exhiben condiciones bien establecidas como la artritis reumatoidea, el
Síndrome de Sjögren, o lupus desarrollen la FM.21 Otros investigadores han identificado
comunalidades entre la FM y tales condiciones como enfermedad del colon inflamado y la
enfermedad de Lyme. Se requiere llevar a cabo más investigaciones para desentrañar los secretos
de tantos rompecabezas.
La fibromialgia y los Institutos Nacionales de Salud
En los Estados Unidos, la entidad principal del gobierno federal responsable de suministrar
fondos para la investigación sobre la fibromialgia es los Institutos Nacionales de Salud
(“National Institutes of Health”, NIH, siglas en inglés). Dentro de los NIH, el instituto más
activo en la investigación sobre la FM es el Instituto Nacional de la Artritis y Enfermedades
Musculoesqueléticas y de la Piel (“National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin
Diseases”, NIAMS, siglas en inglés), aunque hay cada vez más institutos y oficinas que se están
interesando en varios aspectos de la condición y que están dedicando fondos para la
investigación sobre la FM.
Aunque es todavía uno de los institutos más pequeños de los NIH, el NIAMS se ha enfocado
cada vez más en la investigación sobre la FM en años recientes. Más digno de notar, en julio de
1996, patrocinó un taller científico sobre la neurociencia y la endocrinología de la fibromialgia
en que se reunieron investigadores veteranos de la fibromialgia así como los expertos principales
en las ciencias fundamentales del dolor crónico, la neuroendocrinología, ritmos circadianos y
trastornos del sueño, con la finalidad de ayudar a articular las necesidades y oportunidades de
investigación e identificar las lagunas en los conocimientos actuales. A finales del año 1999, se
les otorgaron * $3.6 millones de dólares en becas a 15 investigadores del NIAMS, junto con
otros institutos de los NIH, para la investigación de la fibromialgia como parte de su Request for
Applications (una invitación a soliciar fondos; se conoce con las siglas “RFA”, en inglés) de
marzo de 1998, entitulado Basic and Clinical Research on Fibromyalgia. De sumo interés al
Instituto fueron estudios sobre la patogénesis y manifestaciones clínicas de la FM.
*Los tres institutos adicionales incluían: The National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS), el National
Institute of Dental and Craniofacial Research (NIDCR), y la Office of Research on Women’s Health (ORWH).
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11
Tratamientos
Ya que en la actualidad no hay una cura para la fibromialgia, los tratamientos se enfocan en el
manejo de los síntomas de la FM en el mayor grado posible. De la misma manera que las
manifestaciones de la fibromialgia varían de paciente a paciente, así también varían las formas
de tratamiento que tienen éxito. Lo que sirve para un paciente puede ser que no sirva para otro.
Además, los profesionales médicos frecuentemente tienen sus propias preferencias con respecto
al tratamiento. Puesto que el tratamiento exitoso de la FM puede implicar la combinación de una
variedad de profesionales de salud, los pacientes generalmente se benefician de un acercamiento
al tratamiento de la enfermedad coordinado y en equipos. Entre las estrategias de tratamiento
más utilizadas, ya sean solas o en combinación con otras, se incluyen las siguientes:
Medicamentos
Aunque hay varios medicamentos disponibles ahora para tratar la fibromialgia, dos, amitriptilina
(Elavil) y ciclobenzaprina (Flexeril) siguen siendo muy populares y surte efecto en
muchos pacientes. Los dos gozan de la ventaja de haberse sometido a análisis clínicos rigurosos
y extensivos para el tratamiento de la fibromialgia. Aunque en dosis mucho más altas se recetan
para tratar la depresión, el medicamento triciclico antidepresivo amitriptilina muchas veces se
emplea con éxito cuando se administra en dosis bajas a los pacientes de la FM ya que se dirige
para tratar la falta de serotonina asociada con la FM y así reduce el dolor mientras les ayuda a
conseguir el sueño. La ciclobenzaprina (Flexeril) es un medicamento empleado como relajante
muscular que ha sido utilizado con éxito al tratar los dolores y espasmos musculares de los
pacientes con la FM. Por lo general, los dos se administran al acostarse o más temprano si
producen un efecto de “cruda” al amanecer. Para aquellos que menos toleran estos
medicamentos, hay otros muy parecidos disponibles (p. ej., doxepina, nortriptilina, trazadona,
etc.).
Un grupo de medicamentos relativamente nuevo que ayuda a conservar la serontonina en el
sistema por más tiempo después de que el cerebro lo produce se conoce con el nombre de
Inhibidores Selectivos de Reincorporación de Serotonina (“Selective Serotonin Reuptake
Inhibitors”, o sea “SSRI” en inglés). Estos medicamentos tienden a reservarse para aquellos
pacientes de la FM que también sufren de depresión. Incluidos en este grupo se hallan: fluoxetina
(Prozac), sertralina (Zoloft) y paroxetina (Paxil), entre otros. Ya que los efectos secundarios de
éstos pueden incluir el nerviosismo o el insomnio, muchas veces se recetan con un antidepresivo
tricíclico (un sedante) administrado de noche.
Otra categoría de medicamentos que muchas veces son útiles para disminuir el dolor de la
fibromialgia incluyen las drogas antiinflamatorias, no esteroides (las NSAID). Las NSAID
incluyen la aspirina y el ibuprofen (disponibles en dosis de prescripción y en dosis para venta sin
prescripción). Son disponibles en dos formas, una que requiere receta médica y otra que no la
requiere. Se tienen que administrar con cuidado, sin embargo, ya que si se usan durante mucho
tiempo, pueden causar sangrado gastrointestinal o úlceras.
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12
Otro inhibidor de la familia de las NSAID conocido como COX-2 se ha lanzado al mercado
recientemente. Hasta ahora sólo es disponible con receta médica, se fabrica en dos formas bajo
las marcas de Celebrex (Searle Pharmaceuticals) y Vioxx (Merck). A diferencia de las NSAID,
estas drogas se usan con menos riesgo de efectos secundarios gastrointestinales.
De igual manera, los medicamentos analgésicos como el acetaminofenol (Tylenol) o narcóticos
analgésicos más fuertes (p. ej., codeína, metadona, morfina, etc.) pueden ser útiles al tratar el
dolor crónico. Sin embargo, los narcóticos analgésicos se tienen que administrar con cuidado ya
que pueden crear dependencia. Puesto que los síntomas de la fibromialgia son tales que se
experimentan a largo plazo, dichos analgésicos por lo general se reservan para aquellas ocasiones
cuando se presentan dolores severos de la enfermedad. Un fármaco más nuevo, el tramadol
(Ultram), ha resultado muy popular y efectivo como analgésico para muchos pacientes durante
los últimos años. Las personas que usan Ultram deberán estar al tanto de que este fármaco puede
causar reacciones alérgicas en quienes tienen una sensibilidad a los medicamentos que contienen
codeína. Se ha informado que un número reducido de pacientes ha sufrido ataques después de
tomarlo.22
Junto con la administración de niveles bajos de ibuprofen se administran benzodiazepinas como
diazepam (Valium), alprazolam (Xanax), lorazepam (Ativan) y clonazepam (Klonopin) para
aliviar la ansiedad así como los espasmos musculares experimentados por muchos pacientes con
la FM. Muchas veces, el Clonazepam, es particularmente útil en el tratamiento del síndrome de
las piernas inquietas. Dichas drogas actúan como tranquilizantes leves y tienen la propiedad de
ser relajantes musculares. Igual que los narcóticos analgésicos, las benzodiazepinas pueden
causar dependencia física y deben administrarse con cuidado.
Aunque no se emplean medicamentos hipnóticos regulares a largo plazo para los pacientes de la
FM, ya que no producen un sueño profundo restaurador, el fármaco tartrato de zolpidem
(Ambien) a veces se receta por períodos cortos a las personas que tienen problemas graves de
sueño.
Mientras que las drogas mencionadas siguen siendo las principales en el tratamiento de la FM,
los médicos se utilizan varias más (muchas de ellas nuevas) para tratar síntomas y síndromes
específicos: pramipexola para el síndrome de las piernas inquietas, alosetrona (Latronex) para el
síndrome del colon irritable, gabapentina (Neurontina) para dolor de los nervios e hidrocloruro
de tizandube (Zanaflex) para espasmos de los músculos.
Rehabilitación física
Hay una gran variedad de terapias manuales, directas, disponibles para los que tienen la FM.
Algunas sólo pueden ser administradas por profesionales de rehabilitación física capacitados que
están familiarizados con el síndrome de la fibromialgia, mientras que otras pueden practicarse en
casa, especialmente bajo supervisión profesional. Entre las más comúnmente practicadas se
cuentan las siguientes:
National Fibromyalgia Partnership, Inc.
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Masaje: Muchas veces utilizado con ultrasonido y/o el uso de almohadillas calientes/frías, el
masaje puede practicarse de varias maneras; es útil para calmar y aumentar la circulación de la
sangre a los músculos tensos y dolorosos. También puede ayudar a eliminar las acumulaciones
tóxicas como el ácido lácteo y volver a “educar” los músculos y las articulaciones que se han
desajustado mecánicamente.
Alivio miofascial: Una técnica desarrollada por el terapeuta físico John Barnes, el alivio
miofascial es una forma de manipulación muy suave de masaje diseñado para aliviar las
restricciones y la estrechez de los tejidos conectivos (fascia). Cuando se practica debidamente,
muchas veces logra disminuir el tirón que ejercen los tejidos conectivos sobre los huesos,
permitiendo que se relajen y extiendan las fibras de los músculos y que se expandan los
órganos.23
Terapia de los puntos desencadenantes: Una técnica terapéutica diseñada para desactivar los
puntos desencadenantes asociado con el síndrome de dolor miofascial. Generalmente, el
terapeuta aplica presión constante. Cuando no se logra desactivar estos puntos desencadenantes
usando este método de terapia, se envían los pacientes al médico para inyecciones en los puntos
desencadenantes.
Terapia craneosacral: Desarrollada por el Dr. John Upledger, la terapia craneosacral es “un
método suave y no invasor de evaluar y mejorar el funcionamiento del sistema craneosacral, el
entorno en que funcionan el cerebro y la médula espinal... Esta terapia manual estimula los
mecanismos curativos naturales del cuerpo a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso
central, a disipar los efectos negativos del estrés, a mejorar la salud y fortalecer la resistencia a
enfermedades”. Los pacientes pueden practicar una forma de terapia craneosacral en casa usando
un “estimulador de punto fijo”, un producto comercial disponible o uno que se puede improvisar
al introducir dos pelotas de tenis o de frontón en un calcetín. Se pone el estimulador en la nuca,
en línea con las orejas, por períodos poco a poco más largos (de 2 hasta un máximo de 20
minutos).24
Sistemas Neuroterapeuticos Flexyx (“Flexyx Neurotherapy Systems” o “FNS” en inglés): Un
tratamiento de la FM totalmente nuevo desarrollado a raíz de las investigaciones del Dr. Len
Ochs; en efecto, esta forma de neuroterapia utiliza ondas de radio de baja frecuencia para tratar a
los pacientes de la FM que han sufrido una herida traumática al cerebro.25 Primero se les hace un
mapa del cerebro para determinar cuáles partes se han herido y funcionan anormalmente con
respecto a la actividad de las ondas cerebrales. Después de llevar a cabo una serie de
tratamientos administrados por un equipo de profesionales capacitados en el sistema, se les
somete a una rehabilitación física de seguimiento a fin de restaurar el equilibrio muscular
correcto, promover la postura idonea y dirigirse a otros problemas de tipo neuromuscular.
Quiropráctica: Como lo explica el quiropráctico Eric Terrell, D.C.:, ”La filosofía quiropráctica
reconoce que el sistema nervioso, a través del cerebro, la médula espinal y los nervios se conecta
a todas las partes del cuerpo y controla todas las funciones del cuerpo.” La quiropráctica intenta
corregir la desalineación de las vértebras, “destrabando” los nervios y permitir que el cuerpo se
cure naturalmente.26
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Osteopatía: Un sistema terapéutico fundado por Andrew Taylor Still, la osteopatía propone que
el cuerpo muchas veces es capaz de curarse a si mismo de las enfermedades, con tal que esté en
una relación estructural normal, tenga un ambiente favorable y no sufra de desnutrición. La
osteopatía emplea métodos físicos, medicinales y quirúrgicos comúnmente aceptados de
diagnóstico y de terapia aunque pone mayor énfasis en el sistema musculoesquelético. Los
pacientes de la FM pueden recibir manipulación como parte de un plan comprensivo de
tratamiento.
Ejercicios de estiramiento: Los fisioterapeutas pueden efectuar un estiramiento suave o los
pacientes lo pueden llevar a la práctica en casa. Con este fin, se han diseñado varias cintas de
video especialmente para pacientes de fibromialgia. Los ejercicios de estiramiento son
importantes porque ayudan a aliviar la tensión y los espasmos musculares. En los puntos difíciles
de tratar, se pueden usar una técnica de “rociar y estirar” en que se rocían los músculos doloridos
con un enfriador, disminuyendo el dolor mientras se estiran. Los pacientes pueden también hacer
una variedad de ejercicios de estiramiento usando Theraband, una tira elástica que se manipula
de varias maneras o usando una “pelota suiza”, inflable, muy grande, en la que pueden
extenderse en varias posturas para estirar y fortalecer los músculos encogidos.
Ejercicios aeróbicos: Los ejercicios aeróbicos de bajo impacto son muy importantes para que los
pacientes de fibromialgia eviten la atrofia muscular (gastado), para fomentar la circulación de la
sangre que contiene el oxígeno y otros nutrientes a los músculos y a los tejidos conectivos, y para
incrementar la fuerza y el vigor. Algunos ejemplos de ejercicios incluyen caminar, caminar o
hacer ejercicio en piscinas de agua caliente, el uso de tapetes rodantes o de máquinas de esquí de
fondo. Cada vez más, a través de los centros de recreación y de salud locales, de la Fundación de
Artritis y hasta por cintas de vídeo, se ofrecen programas de ejercicios suaves diseñados
específicamente para la condición de la fibromialgia y para otras condiciones de dolor crónico.
La regla de oro para los pacientes de la fibromialgia es de comenzar muy lenta y
conservadoramente, e ir aumentando en incrementos la tolerancia al ejercicio. La mayoría de los
profesionales de salud además sugieren que los pacientes busquen una forma de ejercicio que les
agrade para que sigan practicándola en forma regular. No obstante, si un paciente de la FM
encuentra que un ejercicio le causa altos niveles de dolor repetidas veces, tal vez deberá
consultar a un fisioterapeuta de rehabilitación (es decir, fisioterapeuta, quiropráctico, etc.). Estos
profesionales le pueden ayudar a restaurar las relaciones fisiológicas normales entre los músculos
y las articulaciones, abriéndole así el camino a ejercicio que tenga éxito.
Terapias auxiliares: Hay una variedad de acercamientos al manejo del síndrome de la
fibromialgia que han surtido efecto:
Entrenamiento de la postura: Mientras que las varias formas de manipulación descritas
anteriormente pueden ayudar a disminuir el dolor y relajar los músculos de los pacientes, muchas
veces se requiere un entrenamiento sobre la postura o el movimiento para corregir los hábitos
dañinos acumulados a lo largo de la vida los cuales aumentan el dolor y para volver a educar los
músculos y las articulaciones que se han desajustado. Los fisioterapeutas pueden ayudar con la
postura, mientras que los profesionales capacitados en la “técnica Alexander” pueden proveer el
entrenamiento sobre el movimiento. Los pacientes de la fibromialgia con problemas graves con
dolores en los pies a causa de mala postura o mecánica corporal también se pueden beneficiar de
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insertos especiales en los zapatos (ortótica) recetados por un podiatra.
Terapia ocupacional: Cuando las tareas en el lugar del trabajo contribuyen al dolor
(movimientos repetitivos, sitios de trabajo incómodos, etc.), un terapeuta ocupacional puede
ayudar al sugerir o diseñar mejoras. Por ejemplo, para los pacientes de la fibromialgia que
trabajan delante de una computadora, los teclados ergonómicos, las sillas y otros productos
pueden proporcionar un alivio importante.
Terapia de relajación: No es de sorprender que el dolor y los síntomas relacionados con la
fibromialgia resultan muy estresantes para el cuerpo. Irónicamente, la investigación más reciente
revela que fisiológicamente, los pacientes de la FM simplemente no manejan el estrés muy bien.
Por eso, se les recomiendan los programas efectivos del manejo de estrés. Entre los que se
utilizan para la fibromialgia se encuentran la biorretroalimentación, el watsu, la meditación, los
ejercicios de respiración, la yoga, el tai chi, la relajación progresiva, la imaginación guiada y el
entrenamiento autogénico. Los pacientes necesitan un entrenamiento inicial para muchos de
estos acercamientos terapeúticos, pero luego generalmente pueden seguir practicando los
conceptos aprendidos sin más ayuda. Están fácilmente disponibles los libros, las cintas de audio
y las clases para ayudarles.
Nutrición: Para contrarrestar el estrés, eliminar las toxinas del cuerpo y restaurar los nutrientes
que no han sido absorbidos o que no han sido utilizados por el cuerpo, puede ser útil la terapia de
la nutrición. Unos acercamientos sencillos pueden incluir el uso de vitaminas y suplementos para
combatir el estrés y apoyar el sistema inmune. Los expertos en la nutrición generalmente instan a
los pacientes de la fibromialgia a que limiten el consumo de azúcar, cafeína y alcohol ya que
estas sustancias irritan los músculos y son estresantes al sistema inmune. Por supuesto, otros
regímenes alimenticios más ambiciosos, empleando dietas, eliminación de toxinas y
suplementación requieren la ayuda de un experto en nutrición familiarizado con la FM que
primero llevará a cabo análisis para determinar las necesidades alimenticias particulares del
paciente. Como con otros tratamientos para la fibromialgia, un plan de nutrición diseñado
específicamente y que funciona bien para un paciente, puede resultar desastroso para otro.27
Desafortunadamente, se comercializan un gran número de dietas y suplementos “milagrosos”
para el tratamiento de la FM y deberían ser investigados a fondo por los pacientes antes de
usarlos. Cuando se empieza un nuevo programa alimenticio, es importante informarle a su
médico ya que algunos suplementos y alimentos causan efectos secundarios graves y hasta
peligrosos cuando se combinan con los medicamentos.
Acupuntura: Mientras que se han propuesto diversos remedios alternativos para el manejo de la
FM, muy pocos se han sometido a los análisis rigurosos en un entorno clínico. La acupuntura, un
tratamiento que involucra la inserción de agujas muy pequeñas en puntos anatómicos
específicos, identificados como conductores de energía, ha sido el sujeto de mayor escrutinio. En
noviembre de 1997, los National Institutes of Health (NIH, siglas en inglés) convocaron un Panel
de Consenso sobre la Acupuntura que luego emitió una declaración que indicaba que (1) el dolor
que resulta de condiciones musculoesqueléticas y (2) las nauseas fueron las entidades más
satisfactoriamente tratables con la acupuntura.28 En febrero de 1998, la oficina de Medicina
Alternativa del NIH, junto con NIAMS y varios institutos y oficinas anunciaron las
“Subvenciones para el Estudio Clínico Piloto sobre la Acupuntura” con la intención de mejorar
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la calidad de la investigación clínica evaluando la eficacia de la acupuntura en el tratamiento o la
prevención de la fibromialgia y otras varias enfermedades y condiciones.
Terapia cognitiva/de conducta: Aunque parezca trivial decirlo, muchas veces la actitud del
paciente es uno de los indicios más fuertes para predecir el éxito que tendrá en el manejo de la
fibromialgia. Los pacientes que no se esfuerzan activamente para controlar su condición
simplemente no es probable que se mejoren. Asimismo, es menos probable que aquéllos que, sin
saberlo, optan por comportamientos mal adaptados de enfermedad (es decir, una actitud de
desesperanza, una mentalidad de víctima) vayan a tomar la iniciativa de buscar ayuda a través de
los ejercicios, la terapia física o medicamentos. Para mejorarse, cuando uno o una tiene la FM,
puede ser difícil, pero es importante no perder el ánimo. Hay ayuda para animarle. Si se trata de
un problema con pensamientos negativos, hay terapia cognitiva/de conducta (en forma de clases,
audiocintas y/o asesoramiento personal) que pueden ser un recurso valioso.
Sentido común: Las personas que tienen la fibromialgia pueden hacer una contribución muy
significativa a su propio tratamiento si aprenden todo lo posible sobre cómo responde su cuerpo
a la fibromialgia. Por ejemplo, ¿hay algunas actividades (sobre todo las que involucran el uso
prolongado o repetido de los músculos) que tienden a exacerbar la fibromialgia? Si su respuesta
es afirmativa a esta pregunta, ¿cómo pueden modificarse o ser reeplazados y así ser mejor
toleradas? ¿Hay ciertas actividades o niveles de actividad que demoran la reacción al dolor un
día o más? También es importante aprender a tomar las cosas a su propio ritmo y paso, descansar
frecuentemente y/o simplemente decir que no cuando alguien le pide que haga algo un día
cuando es impráctico pedírselo a Ud. Si no pueden evitarse ciertos compromisos, trate de
anticiparlos y descansar un poco más para poder recuperarse después. Mientras que estas ideas
parecen sencillas en teoría, muchas veces son difíciles de poner en práctica.
La compasión empieza con Ud. mismo/a: Es demasiado fácil criticarse a si mismo/a cuando uno
tiene la FM. Después de darse cuenta de que ya no pueden hacer lo que antes podía hacer, a
veces se critican a si mismos – y a veces severamente – sobre todo cuando se dialogan en su
interior. La culpa que sienten puede llegar a ser un problema ya que necesitan depender más de
sus amigos o miembros de su familia para sus actividades cotidianas y a la vez tienen que decir
que no a actividades sociales cuando los síntomas son severos. Si la gente que les rodea “no
cree” en la fibromialgia, los pacientes pueden llegar a dudar de si mismos, preguntándose si tal
vez están imaginándolo todo o si de alguna manera es por su “culpa” que la tienen. Cuando no se
da con un tratamiento pronto, pueden desalentarse o preocuparse de que los demás crean que no
están haciendo nada para sentirse mejor.
Los pacientes recientemente diagnosticados necesitan saber que no por su culpa que tienen la
fibromialgia. La FM es una condición legítima, o sea, es reconocida por los médicos y se está
investigando todos los días. El público sabe cada vez más sobre la fibromialgia también. Se
necesita muchísima energía y muchísimo valor para ambientarse a la FM e ir en busca de
tratamientos que surten efecto sin perder energía valiosa echándose la culpa, castigándose o
preocupándose con dudas.
El reumatólogo y especialista en la FM, Russell Rothenberg tiene unas palabras inspiradas que
desea compartir con Ud. El mero hecho de que un paciente se presenta inicialmente con síntomas
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severos de fibromialgia no quiere decir que no pueda mejorar valiéndose de un programa de
tratamiento comprensivo, diseñado hábil y concienzudamente. "Los pacientes necesitan saber
que al usar los medicamentos, descansar debidamente, hacer ejercicio, recibir la fisioterapia y
seguir buenos regímenes, se podrá lograr más que con el mero control de los síntomas de la
fibromialgia; también se podrá controlar el proceso de la enfermedad. No hay una cura para la
fibromialgia, ¡pero los pacientes se mejoran! Es de esperar que a medida que se desarrollen y
produzcan medicamentos mejores específicamente para el tratamiento de la fibromialgia, y que
más personas se diagnostiquen más temprano en el curso de su enfermedad, más personas con el
síndrome de la fibromialgia verán una mejoría de su condición, parcial cuando no total, y se
sentirán mejor".29
Translation by Vogt International Consulting, Seattle, WA. Direct inquiries regarding language and
translation services via e-mail to: tricornio357@yahoo.es.
Bibliografía
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the 1996 American College of Rheumatology Annual Scientific Meeting: Part 1” The Fibromyalgia Times,
Vol. 1, No. 4, Winter 1997, p.4.
2. Daniel Clauw, M.D., “Update on the Physiology and Management of Fibromyalgia Syndrome,” seminar
presentation hosted by the National Fibromyalgia Partnership (formerly the Fibromyalgia Association of
Greater Washington, Inc.) on 11/10/97, Bethesda, MD.
3. “Thoracic Pain and Dysfunction,” Fibromyalgia Frontiers, Vol. 5, # 2, Spring 1997.
4. Clauw, ibid.
5. Bou-Holaigah, M.D., et al, "Provocation of Hypotension and Pain During Upright Tilt Table Testing in
Adults with Fibromyalgia,” Clinical and Experimental Rheumatology, Vol. 15, 1997, pp. 239-246.
6. Muhammad Yunus, M.D., “Fibromyalgia and Other Overlapping Syndromes: The Concept of
Dysregulation Spectrum Syndrome,” seminar presentation hosted by the National Fibromyalgia Partnership
(formerly the Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc.) on 11/10/97, Bethesda, MD.
7. Daniel Clauw, M.D., “New Insights into Fibromyalgia,” Fibromyalgia Frontiers, Vol. 2, # 4, Fall 1994.
8. Frederick Wolfe, M.D., et al, “The American College of Rheumatology 1990 Criteria for the Classification
of Fibromyalgia: Report of a Multicenter Criteria Committee,” Arthritis & Rheumatism, Vol. 33, No. 2,
February 1990, pp. 160-172.
9. Clauw, ibid.
10. G. Granges and G. Littlejohn, “Pressure Pain Threshold in Pain-Free Subjects, in Patients with Chronic
Regional Pain Syndromes, and in Patients with Fibromyalgia,” Arthritis & Rheumatism, May 1993, Vol.
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11. D. Buskila, M.D., et al, “Increased Rates of Fibromyalgia Following Cervical Spine Injury: A Controlled
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12. Stuart Donaldson, Ph.D., et al., “Fibromyalgia: A Retrospective Study of 252 Consecutive Referrals,”
Canadian Journal of Clinical Medicine, Vol. 5, #6, June 1998.
13. For example, in 1999, NIAMS/NIH awarded a grant to Case Western Reserve University (Cleveland, OH)
researcher Jane Olsen, Ph.D., for her project entitled, “Mapping Genes for Fibromyalgia Syndrome”. In
addition, researchers Muhammad Yunus, M.D., and Debra Buchwald, M.D., have also been very active in
the study of genetics and FM.
14. See “Study of Mycoplasma in Gulf War Vets May Provide Clues for FMS/CFS,” Fibromyalgia Frontiers,
Vol. 7, #3, July/August 1999, pp. 1-11.
15. I. Jon Russell, M.D., Ph.D., et al., “Elevated Cerebrospinal Fluid Levels of Substance P in Patients with the
Fibromyalgia Syndrome,” Arthritis & Rheumatism, Vol. 37, No. 11, November 1994, pp.1593-1601. See
also I. Jon Russell, M.D., Ph.D., "Cerebrospinal Fluid (CSF) Substance P (SP) in Fibromyalgia (FMS):
National Fibromyalgia Partnership, Inc.
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