Mi Reino Para una Noche de Buen Descanso

 

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Por: Kathy Longley
Traducido por: Cathy van Riel
 
¿Cuántas veces te ha pasado por la noche pasar mucho rato despierto deseando quedarte dormido en un sueño reparador? Tu cerebro decide que es justo en este momento del día que hay que repasar todos estos pequeños problemas molestos y se niega simplemente a desconectarse. No sé cuantas veces estuve acostada escuchando una cinta, intentando dejar mi cerebro somnoliento o pensando a quién podía telefonear a esas horas de la noche para aliviar el aburrimiento. Y sin embargo, aunque consigo dormirme y tener lo que llamo un buen sueño, cuando despierto me siento más cansada que cuando me acosté la noche anterior y me duele todo el cuerpo, como si la víspera hubiera corrido la Maratón de Nueva York.
 
Tal como te dirá cualquier persona con fibromialgia, se trata de los síntomas clásicos. El investigador canadiense, Dr Harvey Moldofsky fue el primero al que le interesó este aspecto de la fibromialgia y ha conducido ciertos experimentos reveladores. Un estudio que hizo en los años 1970 fue con un grupo de personas sanas a las que despertaba repetidamente en el curso de la noche. Por la mañana se quejaban de dolor muscular y de fatiga, síntomas que desaparecían milagrosamente después de una noche de sueño ininterrumpido. Se imaginó que en las personas con fibromialgia ocurre algo que les deteriora el sueño profundo y hace que no se sienten descansados por la mañana, incluso aunque tenían la sensación de haber dormido la mayor parte de la noche. Juntó a un grupo de personas con fibromialgia y condujo un estudio del sueño durante el que medía los patrones de las ondas del sueño mientras dormían. Normalmente, cuando te quedas dormido, atraviesas varias fases de lo que se llama el ciclo del sueño. Las primeras ondas en aparecer cuando te vas quedando dormido son las ondas alfa, y en cuanto duermes más profundamente las ondas se van haciendo más lentas, hasta que alcanzas un sueño profundo que es caracterizado por unas ondas delta con una frecuencia muy baja. Lo que encontró Dr Moldofsky era que en la mayoría de gente con fibromialgia las ondas delta de su sueño profundo están interrumpidas por la intrusión de ondas alfa más rápidas; llamó a esto la anomalía alfa-delta y razonó que probablemente era la causa del sueño no  reparador y del dolor muscular que informan las personas con fibromialgia.
 
Parece obvio que, si se interrumpe tu sueño profundo, estarás cansado al día siguiente, pero ¿por qué también te sientes como si te hubiera atropellado un autobús? La respuesta puede estar en el hecho que el 80% de la hormona de crecimiento que se produce diariamente, se libera durante el sueño profundo de ondas delta. La hormona de crecimiento no solamente es responsable de tu crecimiento, también tiene el papel vital de reparar y de restaurar cualquier daño que ocurre en los músculos y tejidos durante la pendencia de la vida diaria. Si se interrumpe su liberación, tu cuerpo no aprueba el examen por la falta de sueño y se acumulan muchas reparaciones sin arreglar que causan que se gasten los tejidos, un sistema inmunitario debilitado y pequeñas tears en los músculos, que ocurren debido a la actividad y el ejercicio. Esto puede causar que duelan los músculos y que tengas una sensación de agotamiento total. Otros investigadores han medido el nivel de la hormona de crecimiento en personas con fibromialgia y encontraron que es significativamente más bajo en comparación con las personas sanas; la anomalía alfa-delta puede ser parcialmente responsable de esto. Se sabe que la hormona de crecimiento disminuye con la edad y las personas con fibromialgia parecen tener unos 33 años más en términos del nivel de la hormona de crecimiento.
 
Otra investigación más reciente llevada a cabo por Dr Stuart Silverman y sus colegas en la UCLA en California sugirió otra razón por las que la gente con fibromialgia tiene tantos problemas para quedarse dormido. Este estudio se concentró en el sistema nervioso autonómico. Dr Martinez-Lavin y colegas ya mostraron en 1998 que, en la fibromialgia, este sistema está en desequilibrio.
 
Básicamente el sistema nervioso autonómico controla las cosas que ocurren en nuestro cuerpo sobre las que no tenemos control conciente, por ejemplo, nuestro latido cardíaco, presión sanguínea, la sudoración, la digestión de la comida y la respiración. A veces podemos elegir forzar el sistema, como con la respiración, podemos optar por respirar más despacio o más de prisa, pero luego cuando seguimos con nuestras tareas diarias el sistema nervioso autonómico vuelve a retomar. Los típicos síntomas de un sistema nervioso autonómico deteriorado son: mareos & vértigo, sudoración nocturna, control anormal de la temperatura, palpitaciones, diarrea/estreñimiento crónico y hipotensión ortostática (cuando debido a la tensión baja te mareas y te desmayas cuando te pones en pie). Esta parte especial del sistema nervioso es dirigida por 2 equipos opuestos: el sistema simpático, que sobre todo acelera las cosas y al que a menudo se llama como la respuesta 'lucha o huye' debido a su habilidad a incitarnos a responder ante el peligro; y el sistema parasimpático, que funciona al contrario, para ralentizar las cosas y al que se llama el periodo 'descansa y digiere'.
 
Por la noche, cuando te acomodas para dormir, el sistema parasimpático suele encargarse para que todo se ralentice, se reducen tus latidos cardíacos y se ralentiza tu respiración, para permitir que te sientas tranquilo y te deslizas hasta quedarte dormido. No es de sorprender que, cuando Dr Silverman y sus colegas estudiaron a 93 personas con fibromialgia durante la noche, constataron que la actividad del sistema parasimpático era muy reducida. O sea, en vez de prepararse para 'descansar y digerir', estas personas seguían siendo estimuladas por el sistema 'lucha o huye' causando que daban vueltas en cama y que seguían despiertos durante horas.
 
Los investigadores no están seguros porque se da este estado de excesiva excitación y se necesitan más estudios para encontrar las respuestas. 
 
Conseguir dormir toda la noche es esencial cuando manejas la fibromialgia. Puedes probar varios medicamentos y remedios herbales; se piensa que los más efectivos son los que aumentan el tiempo que pasas en el sueño profundo, pero un buen comienzo es encontrar algo que te ayuda a quedarte y a mantenerte dormido. Hay algunos medicamentos de prescripción que se pueden cortar en dos dosis; de esta manera puedes tomar una segunda dosis si despiertas por la noche. También hay unas cosas prácticas que puedes hacer para aumentar las posibilidades de que duermas bien toda una noche:
 
Establecer un patrón regular de sueño: acostarse todas las noches a la misma hora y levantarse cada mañana a la misma hora. 
 
Antes de irte a la cama, haz una actividad relajante. Puede ser escuchar música o una novela en una cinta, tomar un baño caliente con un poco de aceite de lavanda, hacer algunos ejercicios de relajación o simplemente leer un libro. Ver algo en la TV que da miedo o tensión a veces puede ser demasiado estimulante. 
 
Asegúrate que tu cama y almohada son confortables y que apoyan. Prueba varios colchones y almohadas ergonómicas; una cama de Adjustamatic o un colchón y almohada de Tempur pueden ser unas buenas recomendaciones, aunque son bastante caros. 
 
Procura mantenerte caliente durante la noche y evita que te de la corriente de las ventanas abiertas. 
Cuando duermes bien por la noche es mucho más fácil afrontar el día y manejar el dolor y la fatiga continuos. Para conseguir el mejor sueño posible ciertamente vale la pena persistir con los buenos hábitos de sueño y con los medicamentos que hay.

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